En la travesía de esta semana, caminamos hacia el periodismo deportivo radiofónico, un universo que, a decir verdad, a menudo se despoja de su identidad periodística, minimiza su esencia radiofónica y se ve impregnado de una emotividad desbordante. Nos sumergimos en el tumulto de interrogantes: ¿Cuáles son las virtudes supremas y las flaquezas más notables de este noble oficio? ¿Qué desafíos contemporáneos acechan a esta expresión mediática?
"En el periodismo deportivo el periodista, por momentos, se iguala al hincha, se abusa de la coloquializacion del lenguaje, falla el decoro lingüístico, abundan impropiedades léxicas, hay carencias de vocalización y se vive en el inmovilismo, el miedo a arriesgar, incluir al oyente, diversificar géneros, usar mejor el lenguaje radiofónico. El periodismo anda sobrado de egos y eso también ancla la programación, con el agravante de moverse en un territorio de emociones, subjetividad máxima, exaltación y grandilocuencia en el que proliferan las hipérboles, las metáforas forzadas, el amarillismo y la parcialidad". José Luis Rojas. Doctor en Periodismo, especialista en periodismo deportivo.
La conjunción de información y opinión, en términos generales, se presenta como una práctica poco loable. Sin embargo, en el terreno del periodismo deportivo, especialmente cuando se trata del fútbol, esta frontera se desvanece en la penumbra de la transgresión. En este escenario, la improvisación arroja destellos de luz, los guiones se esfuman, y el lenguaje radiofónico se ve eclipsado por la presencia de desinformadores. La importancia social adquirida por el deporte en las sociedades contemporáneas es un hecho incontestable, y lo es tanto como la improvisación cuando de deportes se habla. José Luis Rojas. “Periodismo deportivo. Hacia la innovación”.
Mucha pasión, bonita, sí, pero poco periodismo radial. ¡A trabajar!
No hay comentarios:
Publicar un comentario